Son las 18:45 de un cálido octubre en Santiago. Estoy sentado en la cuneta, frente a una plaza que comienza a cobrar vida. Un centenar de vecinos han organizado espontáneamente un acto cultural, se nota por la artesanal amplificación, por el desorden de los cables y el turno de distintos oradores. Música, cacerolazos, gritos se repiten al calor de los artistas, la consigna es una sola “Fuera Piñera” “Renuncia Piñera”
Nací el año 1975, por lo que alcancé la mayoría de edad, en el primer gobierno de la concertación. Por aquel entonces aún se rememoraba, los vítores de la campaña del NO y la vuelta a la “democracia”. Tiempos que hablaban de los logros y la fuerza del pueblo, de los cambios que estaban próximos a venir, pero que yo solo escuchaba, con mínima intención de comprender.
Las marchas, las protestas se habían acabado, y como cual soldado, que no sabia por que luchaba, volvía ahora a mis cuarteles (Colegio, liceo, amigos, carrete etc). En todos estos espacios, no se hablaba de otra cosa, que, de futuro, asociado siempre al crecimiento personal, a la idea de progreso/Esfuerzo para hacer de Chile un país más-mejor.
Por lo menos eso nos vendían como educación, eso aparecía en cada calificación recibida “debes estudiar más” “con estas notas no te alcanzará ni para barrer la calle” “No llegarás a ningún lado, serás un don nadie” eran recursos que empleaba la visión adulto/centrista imperante.
Así pase toda la década del 90” en una competencia brutal, encerrado en el cuartel, cultivando pasatiempos, y todo aquello que me brindaba la sociedad, derechos que nos decían habían sido conquistados a punta de sangre, fuego y protesta social. Continue reading Post ID 4963